El bloqueo provoca una grave crisis energética en Gaza

Una de las principales consecuencias de los diez años del ilegal bloqueo impuesto por Israel a la franja de Gaza es la falta de suministro eléctrico. La semana pasada han saltado todas las alarmas sobre esta situación ya que puede llevar al colapso total del sistema sanitario en crisis permanente por la falta de equipamiento, medicamentos, daños en las instalaciones por los bombardeos, etc.

Gaza posee solo una central eléctrica para suministrar energía a dos millones de habitantes. En julio del 2014, durante la operación Margen Protector, fue bombardeado un depósito de combustible de dicha central provocando graves daños  imposibles de ser reparados sin ayuda exterior. Por aquel entonces la planta ya sólo podía operar al 20% de su capacidad, reduciendo el suministro de luz a pocas horas al día.

La falta de suministro eléctrico afecta a los hogares, la poca industria que sobrevive en Gaza, a pequeñas y medianas empresas, agricultura, escuelas, hospitales… Las continuas fluctuaciones de electricidad, sumándose en ocasiones las impurezas del agua, dañan costosos equipos médicos. Son graves las consecuencias sobre el suministro de agua potable y las plantas de tratamiento, ya que necesitan de electricidad para funcionar. Muchas instalaciones públicas y privadas dependen de generadores alimentados con gasolina, lo que aumenta el riesgo de incendios, contaminan el ambiente y producen ruido.

La semana pasada el Banco Islámico de Desarrollo (IDB), única y última fuente de abastecimiento de combustible para los generadores en hospitales y centros médicos, cesó repentinamente sus donaciones quedando almacenado combustible para una semana más. Esto conllevará el cierre de quirófanos, incluso de los propios centros hospitalarios; ya que sin combustible de nada sirven los generadores que suministran electricidad fuera de las 8 a 12 horas diarias que reciben electricidad, poniendo en peligro de muerte a pacientes graves en cuidados intensivos y en unidades de diálisis neonatal y renal.

Hay que recordar en este punto que frente a la costa de Gaza y en aguas de su propiedad existe una enorme bolsa de gas, estimada en 30.000 millones de metros cúbicos, que está siendo explotada por Israel. Un gas que durante la época de Yasser Arafat se comenzó a explotar y aliviaría en gran medida las necesidades energéticas de la franja. Cuando el barco de Mujeres Rumbo a Gaza fue secuestrado y obligado a ir al puerto israelí de Ashdod, las mujeres pudieron ver iluminadas en la noche las dos plataformas israelíes que están extrayendo ese gas y comprado entre otros por la Unión Europea.

Gas en las costas de Gaza
Yasser Arafat en el año 2000 durante las prospecciones de gas en las costas de Gaza- ©AFP

La Organización Mundial de la Salud ha hecho un llamamiento internacional de asistencia a las agencias, que se suman a la denuncia de dicha situación, que trabajan en temas de salud en Gaza para para aliviar la crisis.

Se insta a la comunidad internacional a que dé prioridad a los esfuerzos por resolver estos problemas debidos al ilegal bloqueo y  los 50 años de su ocupación, a fin de resolver la grave crisis humanitaria que afecta a Gaza. Naciones Unidas ya advirtió en un informe hace cinco años que para el año 2020 la franja será un lugar inhabitable, quedan sólo tres años para ello y son dos los millones de seres humanos sobreviviendo en Gaza.