Un nuevo 15 de mayo, esta vez confinado medio mundo por la pandemia, se conmemora la Nakba palestina, y ya van 72. En estos años la Nakba se ha asentado y agravado, la situación de Palestina y su población no ha hecho más que empeorar. Ha aumentado la discriminación, la limpieza étnica, el número de personas refugiadas que cada vez ven más lejos el retorno a sus tierras y hogares, aunque no renuncian a ello. En estos años se ha producido la ocupación completa de Palestina, el bloqueo del territorio palestino de Gaza cuya población, más de dos millones, es mayoritariamente refugiada, sus familias en su día fueron expulsadas de sus poblaciones por milicias israelíes.
En siete décadas la Nakba se ha perpetrado, si cabe, cada vez más oscura y siniestra, ha aumentado la destrucción de hogares y todo tipo de infraestructuras civiles, el robo de tierras, bienes y recursos como el gas o el agua, la expulsión de comunidades enteras, la detención y encarcelamiento de personas, incluidos menores, los ataque y bombardeos masivos de un potente ejército contra una población civil desarmada, la construcción del Muro, la prohibición para los palestinos del 48, como se conoce a la población palestina de Israel, de conmemorar la Nakba, etc. Mientras esta continua Nakba ha ido en aumento la población palestina ha visto como disminuía su autonomía personal y sus derechos.
En los últimos años la situación no ha hecho más que empeorar al tiempo que aumentaba la impunidad de Israel con las tibias o nulas reacciones de nuestros gobiernos que se han rendido a la política de expansión y hechos consumados de este Israel sionista, concediéndole total impunidad. Las últimas hazañas coloniales son el cierre de la televisión palestina en Jerusalén, y de esta forma evitar testigos. En su día, con gran escándalo el Ejército israelí cerró la Casa de Oriente en la misma ciudad, donde se encontraba el embrión político palestino. Sigue la amenaza a la expropiación de Khan al Ahmar, la aldea beduina cercana a Jerusalén, y la expansión del tranvía en territorio ocupado que conectará colonias a cargo de la empresa española CAF. El ocupante anuncia la anexión en pocas semanas de otra porción de Cisjordania.
La comunidad internacional no ha dado una solución a la población palestina refugiada. Esa comunidad internacional en la que sólo unos pocos países tienen peso político para tomar decisiones y que se desentiende del destino de los pueblos a los que arroja a su desgracia, no ha dado ninguna solución justa a Palestina. Por ello 72 años después se sigue conmemorando la Nakba, la población palestina y defensores de los derechos humanos seguimos respondiendo ante esa injusticia con acciones como el boicot, desinversiones y sanciones a este Israel o las navegaciones de la Flotilla de la Libertad para dar aliento y cercanía a todas las personas defensoras de la paz y la justicia.