David Heap, participante en la Freedom Waves, contó su experiencia ayer en Madrid

David Heap, participante en el barco canadiense «Tahrir» que participó en la llamada Freedom Waves el pasado mes de noviembre, estuvo ayer en Madrid para contar su experiencia en el último intento que ha habido para romper el bloqueo a Gaza por el mar.

“En junio de 2010 muchas personas salieron en la calle en Canadá debido al ataque a la Primera Flotilla de la Libertad. Mucha gente les mostró su interés en participar en la siguiente flotilla así que un grupo de personas se propusieron tirar adelante con la idea y, finalmente, pudieron conseguir 400.000 dólares que hicieron posible la compra del barco se bautizó como Tahrir, por la libertad y en homenaje a la población Egipcia”, contó Heap.

El barco Tahrir y sus promotores canadienses, antes de participar en la Freedom Waves, formaron parte de la Segunda Flotilla de la Libertad que fue bloqueada en Grecia. “Aprendimos que Grecia no es un país donde poder salir dirección a Gaza. Aprendimos que lo mediático iba en contra nuestra facilitando el trabajo a Israel. Por eso se decidió cambiar de táctica y emprender la nueva acción llamada Freedom Waves. El destino seguía siendo el mismo: la consciencia de la Humanidad”, reflexionó Heap.

La Freedom Waves inició su viaje en Turquía con la participación de los barcos canadiense Tahrir e irlandés MV Saoirse. Inicialmente en el Tahrir tenían que participar unos 30 activistas que iban acompañados de ayuda humanitaria (básicamente medicamentos). “Las autoridades turcas nos pusieron algunos problemas y nos confirmaron que, si queríamos salir, solo podrían subir al barco 12 personas. Así que nos tocó reducir el grupo para poder salir”, contó Heap.

La Freedom Waves salía el 2 de noviembre de 2011 dirección a Rodos. Posteriormente se desviarían dirección a Gaza. En el Tahrir viajaban 12 activistas y en el MV Saoirse 15 personas mas. Equipados con equipo de transmisión vía satélite iban monitoreando su recorrido. “Me acuerdo perfectamente de la grabación de un mensaje de un joven palestino que viajaba en el Tahrir cuando, la mañana del 4 de noviembre, grabó un mensaje que decía que él, un joven de Haifa estaba viajando a Gaza con un barco con bandera Palestina. Me puso la piel de gallina por el significado que esto tenía”, contó Heap. Entre las 12.00h y 13.00h del mismo día se cortaron las comunicaciones al exterior. “Esto significaba que los comandos israelíes ya estaban cerca. Nos encontrábamos a 48 millas de la costa de Gaza”, explicaba Heap. La Freedom Waves fue asaltada por comandos israelíes que “nos asaltaron con cañones de agua y con pistolas eléctricas”, contó Heap. “En un intento de escapar del barco MV Saoirse, los comandos lo interceptaron con cañones de agua que provocaron un cortocircuito en el barco y un posterior pequeño incendio que inhabilitaron el barco a poder avanzar”, añadía Heap. Acto seguido secuestraron a la totalidad de activistas, al igual que hicieron con los participantes de la Primera Flotilla de la Libertad.

“Dentro de la prisión, los irlandeses montaron un comité de presos políticos ya que algunos de ellos tenían experiencia en esas gestiones”, contó Heap. “Se pidió ser tratados como a grupo, materiales, comunicación con el exterior, noticias de la parte femenina del grupo…”, añadió. Nunca se les dijo que estaban detenidos oficialmente pero sí les querían hacer firmar un papel para su deportación. A los 4 días todos los activistas fueron liberados.

Heap acabó su intervención contando que “en Israel se organizan viajes turísticos para visitar las zonas fronterizas, los barcos confiscados… Imaginad lo macabros que llegan a ser”.