Entrevista a Raji Sourani, Centro Palestino de Derechos Humanos, Gaza

“Mientras Occidente hace políticas injustas, la sociedad civil manda un mensaje claro con la Flotilla”

Desde que se graduó en Derecho en 1977, Raji Sourani (Gaza, 1953) ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos en Palestina y a la denuncia constante de la ocupación y los crímenes de Israel, a cuyos responsables trata de perseguir ante la Corte Penal Internacional. En 1995 creó el Centro Palestino de Derechos Humanos y es miembro de la Comisión Internacional de Juristas, de la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos y de la Organización Árabe de Derechos Humanos. Sus denuncias le han valido en las últimas décadas varios encarcelamientos y torturas en cárceles israelíes, pero también una detención por críticas a la Autoridad Palestina.

Hablamos con Sourani durante su visita a Madrid para dar apoyo a la Flotilla de la Libertad, que después de recalar en diversos puertos europeos, se encuentra ya en la última etapa rumbo a Gaza para denunciar el bloqueo israelí.

El 14 de mayo, Israel atacó la Gran Marcha del Retorno en Gaza, mató a decenas de manifestantes e hirió a miles. No eran ni mucho menos los primeros ni los últimos. ¿Cuál es la situación actual tras años de bloqueo total y agresiones?
Son 70 años de Nakba, 50 años de ocupación, 11 años de bloqueo, 24 años de los Acuerdos de Oslo. Eso está destrozando a la gente física, moral y políticamente. Lo más difícil de estos años es que vivir en Gaza es ya casi imposible, Gaza es desde hace años un lugar inhabitable. No se trata sólo de 11 años de bloqueo criminal, ilegal e inhumano. Es una restricción de movimiento para los bienes y para las personas sin precedentes. Ha habido tres guerras en Gaza en estos años y en el ojo del huracán estaban los civiles, que eran el objetivo. Es un lugar donde el 65% de la población no recibe un salario o está desempleada, el 90% está bajo el umbral de la pobreza, el 85% depende de la UNRWA y de la ayuda humanitaria, no podemos tratar nuestra agua ni las aguas residuales y tenemos cuatro horas de electricidad. La Corte Suprema de Israel dijo que nadie debería preocuparse por la hambruna en Gaza, que estaban controlando cuántas calorías toma cada gazatí y que garantizarían que no hay hambruna. Esto es terrible. Están volviendo a la gente loca. Tenemos un porcentaje altísimo de universitarios, tenemos a una clase trabajadora muy preparada, tenemos una comunidad empresarial fuerte, tenemos suficiente dinero, pero no se nos permite ser normales.

Los gazatíes quieren que el mundo sepa lo que está pasando, queremos recordar a todo el mundo que estamos hablando sobre ocupación y sobre proteger a los civiles a través de la Convención de Ginebra y la ley internacional y los derechos humanos. ¿Por qué Israel quiso esta situación de muerte, heridas, destrucción, muros, desempleo, pobreza, desconexión del mundo exterior? Quieren que la gente pierda el rumbo. Pero la gente se manifestó pacíficamente, con eslogans de Martin Luther King, Nelson Mandela y Mahatma Gandhi y marchó hacia la frontera durante semanas. No hubo en ningún momento un solo soldado israelí herido ni muerto ni cuya vida estuviera amenazada. Los francotiradores israelíes dispararon a matar. Creo que los israelíes querían hacer eso para provocar a Gaza para volver a los cohetes, las bombas y la confrontación armada. No tenemos el derecho de ser buenas víctimas ni de rendirnos. La resistencia es nuestro derecho y nuestra obligación.

Y la mejor invención americana es algo llamado derecho a la autodeterminación, que es reconocido por toda la comunidad internacional y que se nos da a nosotros, los palestinos. La gente resiste, intenta no morir y no guardar su dolor en silencio, tratar de gritar incluso cuando el mensaje es muy costoso, como ese número de heridos y muertos. Pero esto ha mostrado de una manera sin precedentes la superioridad moral de los palestinos frente a la ocupación criminal.

Cuando se denuncian los crímenes israelíes, Israel responde defendiendo un supuesto “derecho a defenderse”, y los medios repiten este mantra. ¿Qué responde a esto?
¿De quién deberían defenderse? Olvida a Raji Sourani, este estúpido abogado gazatí palestino reconocido a nivel internacional. Olvídalo porque podría ser genéticamente un mentiroso. Y dicen que los activistas de derechos humanos están abusando de la ley internacional y jugando sucio contra Israel y que somos agentes del terrorismo internacional. ¿Pero qué pasa con las organizaciones de derechos humanos israelíes: Yesh Din, B’tselem, Kav LaOved y otras? ¿Qué pasa con las organizaciones internacionales de derechos humanos: Human Right Watch, Amnistía, la FIDH, la Red Euromediterránea de Derechos Humanos? ¿Qué pasa con los órganos de la ONU como el Consejo de Derechos Humanos? ¿E incluso algunas posiciones de Estados de Europa? Todo el mundo dice que Israel está matando voluntariamente a gente, incluyendo el Alto Comisionado para los Derechos Humanos y el secretario general de la ONU.

Los estadounidenses y los palestinos pagaremos por las políticas estúpidas que está llevando a cabo Trump

Los palestinos no han inventado la Convención de Ginebra ni la ley humanitaria internacional ni la ley internacional de derechos humanos ni la Corte Penal Internacional (CPI). Nos llaman terroristas. ¿Por qué no nos llevan para que nos juzguen allí? ¿Por qué están terriblemente asustados de ser presentados ante la justicia internacional o la CPI? En el caso de los ataques a las Marchas del Retorno, hay un hecho claro: los asesinatos han superado los 160, tenemos 14.000 heridos, casi 3.000 amputados y entre 50 y 80 personas críticas que probablemente mueran y no hay un solo soldado israelí herido o muerto. No han reportado nada como esto. Dos hechos sobre el terreno están claros: está la frontera, hay tres vallas de separación, entre cada una de ellas hay 30 metros y los israelíes están a entre 50 y 80 metros. Lo máximo que los palestinos pueden hacer es llegar a la primera valla y agarrarla, y muchos de los asesinatos fueron ahí, pero a 400, 500 y 600 metros cayó mucha gente con heridas en la cabeza, en la espalda, en el pecho, en las piernas. Hay periodistas, enfermeros, niños y mujeres muertos. Estos son los hechos y los hemos documentado legalmente, así es que hablar de autodefensa es una basura, pueden decir lo que quieran pero puedo asegurar como abogado durante 40 años que esto es un asesinato intencionado.

Uno de los objetivos de la marcha era también oponerse al cambio de la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. ¿Cuáles son los resultados de esta acción?
Este Trump no es un problema para nosotros, es primero un problema para los estadounidenses. Ellos y nosotros pagaremos por las políticas estúpidas que está llevando a cabo. ¿Puede España decidir cuál es la capital de Estados Unidos o de Japón? Es algo sin precedentes. No está escrito ni imaginado en ningún sitio. Creen que son los reyes incontestables del mundo, pero el mundo no funciona así. La política internacional no funciona así. Pueden imponerlo, pero no pueden arrastrar al mundo en esto. Estaba muy contento cuando escuché en el Consejo de Seguridad las respuestas de los 14 gobiernos contra los Estados Unidos.

Usted es el director del Centro Palestino de Derechos Humanos. ¿Por qué nació esta organización y cuál es su trabajo principal?
En el conflicto palestino-israelí siempre faltaba una dimensión: la de la ley internacional y los derechos humanos. En 1975, uno de los representantes de la Comisión Internacional de Juristas vino a Palestina invitado por abogados palestinos y empezó a ver los asentamientos y Jerusalén y todo lo que pasaba, y empezó a preguntar: “¿Por qué no usáis la ley? Tenéis experiencia en esto”. Y la Comisión Internacional de Juristas, que es la mayor ONG en el mundo para abogados y jueces, puso su atención en esto y la idea se puso en marcha. Yo estaba haciendo mi trabajo como abogado. Fui arrestado seis veces. Mi encarcelamiento me abrió los ojos. No podía creerlo, incluso con todo mi conocimiento con lo que pasaba en las prisiones y la tortura, etc. Decidí dar parte de mi tiempo para defender a los prisioneros y casos relacionados con la ocupación, pero después de poco tiempo estaba sepultado por cientos de casos, y me di cuenta de algo muy estratégico y es que con un lenguaje sencillo se puede resumir todo el conflicto. Todo lo que necesitas es una simple fórmula: hechos, estándares y conclusiones. Y siempre decía a mis colegas: olvidad la retórica. La simplicidad es lo mejor.

Una de las cosas de las que me siento orgulloso es que hace un mes el ministro israelí de Asuntos Estratégicos publicó un informe de casi 50 páginas. La forma en que atacan a las organizaciones muestra su miedo, y dicen que están usando mal la ley internacional y que son agentes de organizaciones terroristas. Detrás de todas las amenazas, Israel está muy molesto con lo que estamos haciendo, y eso nos hace sentir que estamos en el lugar correcto, porque mostramos sus crímenes.

En el pasado fue detenido tanto por Israel como por la Autoridad Palestina. Quizá sorprende esto último. ¿Se ha mostrado muy crítico con el papel jugado por la Autoridad Palestina bajo la ocupación?
Yo pensaba que la lucha más seria es la lucha bajo la ocupación. Fui encarcelado muchas veces, torturado, se me prohibió viajar durante 17 años, mi casa y mi oficina fueron registradas, mi familia fue acosada. Cuando la Autoridad Palestina llegó pensamos que no podíamos ser selectivos con los derechos humanos. Por supuesto que la AP no tiene soberanía y tiene un área limitada de jurisdicción, pero pensamos tomar esta oportunidad y poner lo mejor de nosotros para establecer las piezas para no empezar de la nada y poder construir sobre algo cuando llegara el Estado palestino. Nos comprometimos desde el día uno en una construcción positiva con la Autoridad Palestina para tener una democracia palestina real con respeto por los derechos humanos.

No nos dimos cuenta de que la mentalidad, incluida la del presidente Arafat, era distinta, y cuando establecieron las Cortes de Seguridad del Estado lo denuncié. No fue la única cosa: denunciamos la intromisión en la libertad de reunión, criticamos el comportamiento de las fuerzas de seguridad y los arrestos masivos de los grupos opositores, y se enfurecieron contra nosotros y me arrestaron. Fue el primer arresto político en los territorios ocupados, pero hubo muchas reacciones, especialmente de gente de Fatah, y me soltaron rápidamente. Descubrí que luchar en mi propia tierra con nuestra propia autoridad no era más fácil que luchar contra la ocupación, a veces puede ser más duro y amargo porque no es fácil cuando pasas toda la vida apoyando a la OLP y la OLP te ataca y te deforma y dicen de ti en los medios que eres un amante de la ocupación o que robas dinero de los palestinos. Eso fue duro. Sí, la AP tortura, hacen arrestos ilegales, restringen la libertad de reunión y por ley puedes ser encarcelado dos años sólo por retuitear algo, pero la libertad de expresión es el ABC de la democracia. Sin ella, olvida la democracia.

En 2015, Palestina se convirtió en miembro de la Corte Penal Internacional. ¿Cuáles son los pasos dados en la CPI para juzgar los crímenes de Israel y cuál es la situación ahora?
En 1995 sólo era una idea en un papel representada por la Comisión Internacional de Juristas en Ginebra y la Federación Internacional de Derechos Humanos en París, y yo era miembro del comité ejecutivo en ambas. Íbamos a todas las discusiones y deliberaciones. Estábamos interesados porque creemos en la justicia internacional.

Durante la primera guerra contra Gaza en 2008 intentamos mantenernos en contacto con Ocampo, el fiscal de la Corte Penal Internacional, y él nos decepcionó mucho y puso como condición para participar que Palestina fuera reconocida como un Estado. A pesar de eso, tuvimos una fuerte discusión con él y empezamos a presionar para que la Autoridad Palestina fuera reconocida. En 2012 fuimos reconocidos como Estado no miembro en la ONU. Israel, Estados Unidos y Europa presionaron fuertemente durante dos años para no firmar o ratificar el tratado, y lo consiguieron.

Durante la guerra de 2014 dije públicamente que si el presidente Abbas y los líderes políticos existentes no pueden defender el dolor y el sufrimiento de las víctimas civiles palestinas no tenemos derecho a ser legitimados. Sólo organizaciones de derechos humanos y la sociedad civil, apoyadas por partidos políticos, clamaron públicamente durante la guerra de Gaza en 2014.

Nos convertimos en miembros y Bensouda, la fiscal, pidió una investigación preliminar y tuvimos muchas reuniones con ellos, pero Israel les negó acudir sobre el terreno. Así es que hicimos videoconferencias en las que hablaron víctimas y testigos y cuatro organizaciones palestinas hicimos cuatro denuncias, hicimos un trabajo colectivo sobre los asentamientos, sobre el bloqueo, sobre la guerra de 2014, y sobre lo que recogimos de nuestro trabajo sobre el sistema legal israelí, porque todas estas denuncias las presentamos primero ante el fiscal general del Ejército israelí.

Hace cuatro años de eso, y no los dejaron viajar en los últimos dos años a través de Egipto y de Israel. Bensouda dijo que estaban concluyendo la investigación preliminar.

En 2004, la Corte Internacional de Justicia declaró que el el muro del apartheid israelí era ilegal y que debía parar su construcción y reparar el daño causado, pero nada ha ocurrido…
La ICJ está formada por 16 jueces: 15 tenían un consenso absoluto, y el argumento del otro hacía todavía más potentes los argumentos de los demás. Esa opinión consultiva no es una recomendación, es una obligación, y es una de las más elocuentes retóricas sobre el conflicto palestino-israelí, lo toca todo y es importante para aquellos que quieren entender en profundidad el conflicto. Pero Israel no reconoce la ley internacional, son una potencia de ocupación y no se consideran ocupantes, por eso la Corte Suprema de Israel dijo que esto no era relevante y que no tiene autoridad sobre el gobierno y la ley israelí. Y lo bloquearon. Es como si te pones unas gafas rojas y dices que todo el mundo es rojo, o te las pones verdes y dices que todo el mundo es verde. No es verde ni rojo, hay colores reales para las cosas. Israel no puede quedar fuera de la ley internacional. Nosotros somos un equipo de abogados que están persiguiendo a Israel en la jurisdicción internacional. Están enfurecidos contra nosotros y empezaron a hacer campaña en todos los países europeos y en Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica para cambiar las leyes. Están enfurecidos porque casi hemos llevado a Israel ante la CPI, y si el proceso sigue adelante, así será. No les importa la ley internacional por buenas razones, y es que si la respetan se debería acabar la ocupación, el bloqueo y respetar el derecho al retorno. ¿Acaso nosotros inventamos la Convención de Ginebra, la ley humanitaria internacional, los derechos humanos, la CPI, la jurisdicción universal? Son valores universales y nosotros decimos que tenemos derecho a usarlos.

¿Cree que serán juzgados a pesar de la existencia del poderoso lobby israelí y el apoyo estadounidense?
Los activistas de derechos humanos somos revolucionarios románticos. No soy estúpido, sé que Israel es poderoso, que tiene armas nucleares, que tiene la mayor fuerza en la región, el sexto Ejército más fuerte del mundo, sé que estamos bajo ocupación y que Gaza está en la Edad Media, pero creo profundamente que con la ocupación, con cada cada movimiento que hace Israel se hunde más, y su moral también. ¿Quién pensó que Alemania y Hitler serían juzgados? Fueron poderosos durante años, pero eso se acabó y llegaron los juicios de Núremberg. En Palestina tenemos historia, estábamos aquí y seguiremos aquí. Vinieron los griegos, los romanos, los turcos, es una encrucijada para todos los colonialismos, pero estamos ahí. Un día, Israel no será una excepción a pesar de todo el poder estadounidense.

También hay decenas de resoluciones de la Asamblea General de la ONU que condenan la ocupación de Palestina y las constantes violaciones de derechos humanos por Israel, ¿pero está la llamada comunidad internacional haciendo algo para acabar con esta situación?
Estoy muy orgulloso de que en todo el mundo hay gente comprometida que entiende la injusticia que estamos sufriendo los palestinos en los últimos 70 años, y apoyan nuestra causa. Los gobiernos son diferentes. A nivel regional la situación es muy fea, a nivel europeo existe una conspiración del silencio. Están proporcionando un apoyo completo legal y político e inmunidad al Estado de Israel en todo lo que hace. Europa ayuda al pueblo palestino pero no es suficiente, porque no queremos sólo apoyo económico, sino un respaldo político y de la ley. Me gustaría ver al mundo ayudando no ya en la autodeterminación o en la independencia o en tener un Estado palestino, sino al menos en que acabe el bloqueo de Gaza.

¿Cree usted aún en la solución de los dos Estados?
No sé si hay que preguntar a un palestino sobre esto. Los israelíes deberían decir qué quieren. Quiero que Netanyahu diga qué quieren, si una solución de uno o dos Estados. Creo que ellos quieren que no existamos, y quieren la pureza del Estado judío e incluso que se vayan los ciudadanos palestinos que hay dentro de Israel. Tener la solución de un Estado me recuerda lo que Olof Palme, Sten Andersson y Bruno Kreisky dijeron a Yasser Arafat, cuando le pidieron en los 70 que cambiara el mandato de la OLP. El mandato de la OLP era la solución de un solo Estado, seguro y democrático para musulmanes, cristianos y judíos, y los tres pidieron cambiar el mandato porque decían que llamaba a la destrucción de Israel. Dijeron que había que pedir un Estado en Gaza y Cisjordania incluyendo Jerusalén. “¿Y cómo lograremos el derecho al retorno?”, dijimos. “Siempre os apoyaremos”.

Sobre el terreno tenemos una solución de dos Estados y está descartada de facto y de iure: más del 70% de Cisjordania ha sido robada, hay una limpieza étnica en Jerusalén, se acabó. Deben decir cuáles son sus fronteras. Pero Israel es un Estado que no ha definido sus fronteras. Si Gaza no está ocupada, como dicen, ¿somos nosotros los que nos aplicamos a nosotros mismos un bloqueo durante 11 años? ¿Quién nos mata, quién ataca a nuestros pescadores, quién decide la calidad de la comida que comemos? Ellos lo deciden. Nadie en el mundo nos sacará de allí, no pueden borrarnos. No me importa un Estado o dos Estados, que se llame como quieran.

¿Cuál es la importancia de la Flotilla de la Libertad en esta situación?
Este bloqueo sin precedentes intenta asfixiar Gaza social y económicamente. Tras las tres guerras que destruyeron Gaza en los últimos 11 años no tenemos derecho a reconstruirla. Lo peor de todo esto es que no hay horizonte para el final de este bloqueo. El guardián de la Convención de Ginebra, el Comité Internacional de la Cruz Roja, dice que el bloqueo es ilegal, inhumano, un castigo colectivo y un crimen contra la humanidad, y que debería pararse completa e inmediatamente. Esto lo dijeron hace ocho o nueve años, desde el principio fueron muy claros, todo el mundo los apoyó.

Los gobiernos quieren mantener la conspiración del silencio y darle a Israel la inmunidad judicial y política, eso es una cosa, pero la sociedad civil mundial estaba furiosa y decidió enviar esta flotilla con cientos de activistas de la sociedad civil que decidieron dar tiempo, dinero, esfuerzos, experiencia y arriesgar su libertad y quizá su vida para romper lo que llamamos la conspiración del silencio. Partieron con los barcos y lanzaron un mensaje ético muy fuerte en el que participaron desde sindicalistas a intelectuales, parlamentarios, trabajadores sociales, escritores, todo el mundo quería contribuir. Algunos de ellos pagaron con su vida, y esto es extremadamente noble. Nadie esperaba esto de la comunidad internacional. Muchos de ellos fueron arrestados, acosados, interrogados, humillados por una simple razón: por decir que esto es ilegal, inhumano, un castigo colectivo que debería parar completamente. Creo que tuvieron éxito en su misión.

Luego está la dimensión humana. Los gazatíes se sienten marginados, abandonados, olvidados, y así supieron que hay gente en todo el mundo que sabe y quiere el cumplimiento de la ley, que no puede aceptar esta injusticia contra el pueblo palestino. Esto es lo importante de la Flotilla: mientras Occidente hace políticas injustas, la sociedad civil manda un mensaje muy claro.

¿Qué formas tenemos hoy de luchar contra la ocupación?
Mi padre decía “nunca le digas a personas libres qué hacer”. No instruimos al mundo. No puedo decidir lo que hace la sociedad civil mundial. Sabemos qué queremos, pero ellos saben mejor lo que pueden hacer. ¿Quieren hacer la Flotilla? Fantástico, es un buen mensaje. ¿Quieren hacer una verdadera presión para que Israel no utilice Eurovisión? Fantástico. ¿Quieren activar el artículo 2 del Acuerdo de Asociación? Estupendo. ¿Quieren hacer Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS)? Sea BDS, la flotilla, manifestaciones, etc., cualquier acción personal o colectiva es útil. Es una larga lucha y no sólo una lucha palestina.

Palestina es sólo una dimensión, se trata de una lucha entre la defensa de la ley o la ley de la jungla. Es como Vietnam en los 60 o Sudáfrica en los 80. Esta es la era del conflicto palestino-israelí.

Sé que va a ser largo, duro, sé que lo peor está por llegar. Sabemos que Israel es fuerte y poderoso, pero no tenemos derecho a rendirnos, mantendremos la resistencia y la lucha y nadie puede quitarnos la esperanza de nuestros corazones ni de nuestras mentes. Sabemos que estamos en el lado correcto de la historia.

Entrevista de Gladys Martínez López, publicada en El Salto.

Fotografía © David Fernández (El Salto)