Un saludo a Gaza: «Ni están solos ni han sido olvidados»

Reproducimos un texto de Mikael Löfgren, coordinador de comunicación y uno de los responsables de la iniciativa sueca «Ship to Gaza», que forma parte de la Flotilla por la Libertad.

En este artículo sintetiza la situación límite de vida y derechos humanos en Gaza, motivos ocultos de la ocupación y el bloqueo en los Territorios Palestinos y hace una declaración de intenciones del Estelle, velero que navega en estos momentos desde el norte de Europa hacia Gaza.

Publicado originalmente en el diario sueco Aftonbladet:

«El bloqueo – o con una forma más correcta que los que están encerrados prefieren usar, el sitio – niega a los palestinos de la franja de Gaza sus derechos humanos y nacionales. Les niega el derecho a vivir como personas de pleno.

El bloqueo no ha conseguido ninguna de las metas que los sitiadores presentan como motivos. No ha podido parar los esporádicos ataques con cohetes al sur de Israel. No ha derribado a Hamas del poder o impedido a los diferentes grupos rebeldes reclutar nuevos milicianos.

Al contrario. La llamada economía de los túneles, que es una de las consecuencias del bloqueo, alimenta a los criminales y a los que tienen el poder a costa de una vida empresarial arruinada y comerciantes en quiebra.

Lo único que el bloqueo ha logrado es profundizar la amargura y la desconfianza a ambos lados del muro que tanto como el mar prohibido a los palestinos, aísla la pequeña franja.

La pregunta no es por qué el bloqueado no es levantado sino por qué prosigue. ¿Por qué Israel se aferra a esta política inhumana, ilegal y perjudicial para todos los implicados? ¿Y porqué permite la comunidad internacional, que celebra el derecho de los pueblos y los derechos humanos, que el bloqueo continúe?

Permítanme señalar tres factores que pueden dar alguna luz sobre esto.

La geopolítica. Muchos se asombraron y se irritaron con la decisión griega del verano pasado de prohibir a todos los barcos que se dirigían a Gaza, sin importar bajo qué bandera, dejar los puertos griegos. Nadie creyó en los motivos aducidos de que la decisión se tomaba por consideración a la seguridad de los pasajeros. Lo que quedó claro fue que el gobierno griego había sido sometido a duras presiones, que Israel había extendido su política de bloqueo y que ahora consideraba a todo el este del Mediterráneo como su agua territorial, su «Mare Nostrum».

No es una teoría caprichosa. En la mañana del ultimo día de mayo de 2010 la primera misión del Ship to Gaza/Flotilla de la Libertad fue atacada en aguas internacionales por una fuerza militar israelí que resultó en nueve muertos y unos cincuenta heridos. Algunos días después del ataque se dio a conocer públicamente el descubrimiento de una gran reserva de gas en el este del Mediterráneo, se lo bautizó como al monstruo bíblico del Viejo Testamento, Leviatán. Según pronósticos optimistas el descubrimiento va a transformar a Israel de importar de energía a exportarla por muchos años. Si las expectativas del gas encontrado son ciertas, van a modificar la situación geopolítica en la región y traer ingresos a todos los países alrededor de esa zona. También para Palestina, con la condición de que el país exista y tenga costas mediterráneas.

Los hallazgos de gas dan a suponer que pueden haber otros motivos, además de los militares, para esa expansión unilateral de la zona de seguridad israelí en el Mediterráneo, que reduce la libertad de movimiento de los pescadores palestinos a tres millas marinas.

La política de la separación. La política israelí en los territorios palestinos no es igual en todas partes. En Cisjordania se caracteriza por una colonización que divide el territorio y lo balcaniza en un archipiélago difícil de percibir en su totalidad.

Colonias, checkpoints y carreteras reservadas a los colonos destrozan la vida cotidiana y el trabajo de los palestinos y que al mismo tiempo reducen las posibilidades de una Palestina independiente y unida.

Con respecto a Gaza Israel aplica lo que la propia organización de derechos humanos israelíes Gisha llama «política de separación». Esa política tiene raíces mucho más largas en el tiempo que el abandono de las colonias de Gaza 2005 o la acentuación del bloqueo en 2007.

Mientras que los habitantes de la Cisjordania pueden obtener permisos para viajar a Gaza lo otro es casi imposible, la gente de Gaza no puede salir. Mientras el comercio entre Cisjordania (y no solamente de las colonias) e Israel es permitido el comercio entre Gaza e Israel y entre Cisjordania y Gaza es casi inexistente.

La política separatista ha cosechado triunfos visibles en el lenguaje. Cada vez más gente habla de «Los que viven en Gaza» (en inglés Gazans) o «Gaza» en lugar de los «palestinos en la franja de Gaza», como una parte de los Territorios Palestinos. La tendencia se fortalece por la división entre Hamas y al-Fatah.

Aquí se trata de ser observador, también para quienes están detrás de iniciativas como Ship to Gaza. Reclamar solo la apertura de relaciones entre la franja de Gaza y el resto del mundo, pero no hacia el resto de Palestina, puede contribuir a la política de separación.

Juntas, la colonización de Cisjordania y la separación de Gaza dan una clara visión de lo que la ocupación pretende, terminar de una vez por todas con el sueño de una Palestina libre compuesta por Gaza, Cisjordania y el este de Jerusalén.

La política de la ocupación, inclusive el bloqueo, quieren en la práctica hacer imposible la solución de los dos estados paralelos que toda la comunidad internacional respalda y que guía el proyecto de apoyo gigantesco que es llamado «proceso de paz» y que es festejado en discursos y en declaraciones.

Política de apoyo. Las organizaciones no gubernamentales, eclesiásticas, privadas, estatales y organizaciones multiestatales que son las que ejecutan la mayor parte de los proyectos están siendo presionadas por sus propios estados y sobre todo por el llamado Cuarteto, que da el tono y lidera el compromiso internacional en la región. La amenaza del retiro de apoyos o de criminalización pueden hacer callar o llevar a la gente a la obediencia. A pesar de los riesgos las organizaciones de ayuda hablan y denuncian, señalan las terribles consecuencias del bloqueo y exigen acciones de los que tienen la responsabilidad política más alta. Hace poco tiempo cincuenta de las más grandes organizaciones de apoyo, entre ellas la Organización Mundial de la Salud, pidieron un cese inmediato del bloqueo.

La organización defensora de los derechos humanos Palestinian Center for Human Rights, que opera en Gaza y que es mirada con mucho respeto, señaló recientemente el dilema del apoyo internacional. Al aliviar a Israel de su responsabilidad por el bienestar de la población civil el apoyo funciona en la práctica como la financiación y el combustible de la ocupación. Sin el apoyo internacional la situación en Gaza llegaría en poco tiempo a mostrar todo lo terrible que es en la realidad.

La situación es absurda. La solución de los dos estados en Israel/Palestina dan motivo a una de las inversiones más grandes en apoyo internacional de la historia. La política israelí de ocupación dispara y bloquea, coloniza y rompe con los bulldozers la solución de dos estados. La destrucción sistemática de la infraestructura palestina que viene siendo practicada desde hace décadas, y con más fuerza desde el año 2000, es reparada y rehecha con el apoyo internacional, es decir con el dinero aportado por los contribuyentes del resto del mundo. Es a esta destructividad creativa que los líderes mundiales llaman «proceso de paz» o «camino hacia la paz».

Ship to Gaza propone otra vía. A los palestinos de la franja de Gaza les mandamos el barco velero Estelle con un saludo: “No están solos ni han sido olvidados”. La situación es terrible pero no sin esperanzas.

A los líderes mundiales les decimos con Estelle un mensaje claro: “Muestren con acciones lo que dicen en sus discursos sobre derechos humanos, terminen con el bloqueo como un primer paso hacia la paz y la justicia”.

Mikael Löfgren, Ship to Gaza»