INFORME KAIROS: La realidad de Palestina vista por un grupo de palestinos cristianos.

Nosotros, un grupo de palestinos cristianos, después de haber rezado, reflexionado e intercambiado opiniones delante de Dios sobre la prueba que vivimos sobre nuestra tierra, bajo ocupación israelí, hacemos oír hoy nuestro grito, un grito de esperanza en ausencia de toda esperanza, unido a nuestro ruego y nuestra fe en Dios que vela, en su Divina Providencia, sobre todos los habitantes de esta tierra. [...]

¿Por qué este documento ahora? Porque el drama del pueblo palestino ha llegado, hoy, a un callejón sin salida, y quienes pueden tomar las decisiones se conforman con administrar el conflicto en vez de actuar en serio para solucionarlo. Eso llena los corazones de los fieles de pena y preguntas: ¿qué hace la comunidad internacional? ¿Qué hacen los jefes políticos en Palestina, Israel y en el mundo árabe? ¿Y, qué hace la Iglesia? Porque no se trata simplemente de una cuestión política, sino, y sobre todo, de una política que destruye a la persona humana. Y eso concierne a la Iglesia. Nos dirigimos a nuestros hermanos y hermanas en nuestras Iglesias aquí, en esta tierra. Así como también enviamos nuestro llamado, en cuánto palestinos y en cuánto cristianos, a nuestros jefes religiosos y políticos, a nuestra sociedad palestina y a la sociedad israelí, a los responsables de la comunidad internacional y nuestros hermanos y hermanas en las Iglesias del mundo.

1. La realidad

1.1 "Dicen: ‘¡Paz! ¡Paz!’ y no hay paz" (Jer 6, 14). Todos, en efecto, hablan de paz y de proceso de paz en Medio Oriente, mientras que todo eso no es hasta ahora más que puras palabras. Mientras la realidad es la ocupación israelí de los Territorios Palestinos, nuestra privación de nuestra libertad y todo lo que resulta de ello:

1.1.1 El muro de separación, que ha sido construido sobre las tierras palestinas, que ha confiscado una gran parte de las mismas y que ha convertido nuestras ciudades y nuestros pueblos en prisiones y ha hecho de ellos cantones separados y dispersos. Gaza, después de la guerra cruel instigada por Israel en diciembre de 2008 y enero de 2009, continúa viviendo en condiciones inhumanas, bajo embargo permanente y permanece aislada geográficamente del resto de los Territorios palestinos.

1.1.2 Las colonias israelíes que nos despojan de nuestra tierra, en nombre de Dios o en nombre de la fuerza, controlan nuestros recursos naturales, sobre todo el agua y las tierras agrícolas, privando a centenares de millares de palestinos. Ellas son hoy un obstáculo de frente a toda solución política.

1.1.3 La humillación a la que somos sometidos cada día en los puntos de controles militares, para llegar a nuestro trabajo, a nuestras escuelas o a nuestros hospitales.

1.1.4 La separación entre los miembros de la misma familia, que hace la vida familiar imposible para millares de palestinos, especialmente cuando uno de los esposos no es portador de una carta de identidad israelí.

1.1.5 La libertad religiosa misma, a saber, la libertad de acceso a los Lugares Santos es limitada con el pretexto de la seguridad. Los Lugares Santos de Jerusalén son inaccesibles a un gran número de cristianos y musulmanes de la Cisjordania y Gaza. Inclusive las personas de Jerusalén no pueden llegar a sus Lugares Santos en ciertos días de fiesta, como, también hay que decirlo, algunos de nuestros sacerdotes árabes que no pueden entrar a Jerusalén sin dificultad.

1.1.6 Los refugiados hacen parte de nuestra realidad. La mayor parte de ellos vive todavía en los campos de refugiados y en situaciones difíciles, inaceptables para seres humanos. Para ellos que esperan su retorno desde hace generaciones: ¿cuál será su suerte?

1.1.7 Los millares de prisioneros en las prisiones israelíes hacen ellos también parte de nuestra realidad. ¿Los israelíes mueven el mundo por un solo prisionero y estos millares de prisioneros palestinos en el fondo de las prisiones israelíes, cuándo verán la libertad?

1.1.8 Jerusalén es el corazón de nuestra realidad. Ella es al mismo tiempo símbolo de paz y signo de conflicto. Después de que el "muro" ha erigido una separación entre los barrios palestinos de la ciudad, las autoridades israelíes no cesan de vaciarla de sus habitantes palestinos, cristianos y musulmanes. Sus carnés de identidad les son retirados, es decir, su derecho de vivir en Jerusalén. Sus casas son demolidas o confiscadas. Jerusalén, ciudad de la reconciliación se ha convertido en la ciudad de la discriminación y la exclusión, y por ello fuente de conflicto en lugar de ser fuente de paz.

1.2 Hace parte aún de esta realidad el hecho de que los israelíes se burlan de la legitimidad internacional y sus decisiones, con la impotencia tanto del mundo árabe como de la comunidad internacional frente a este desprecio. Los derechos del hombre son violados. A pesar de los múltiples informes de las organizaciones locales e internacionales de derechos humanos, la opresión continúa.

1.2.1 Los palestinos en el Estado de Israel, incluso siendo ciudadanos con todos los derechos y los deberes de la ciudadanía, han padecido una injusticia histórica y no dejan de padecer discriminación. Ellos también, esperan conseguir todos sus derechos y ser tratados con igualdad como todos los ciudadanos del Estado.

1.3 La emigración es otra dimensión de nuestra realidad. La ausencia de toda visión o esperanza de paz y libertad ha empujado a los jóvenes, cristianos y musulmanes, a la emigración. La tierra ha sido así privada de sus recursos más importantes y más ricos, es decir, la juventud culta. En particular, la disminución de los cristianos en Palestina es una de las graves consecuencias de este conflicto, de la impotencia y del fracaso local e internacional de encontrar una solución a toda la cuestión.

1.4 Frente a estas realidades, los israelíes pretenden justificar todas sus acciones como acciones de legítima defensa y es por ello que la ocupación continúa, como continúan los castigos colectivos y la represalia de todo tipo contra los palestinos. Esto es, según nuestro parecer, una visión dada vuelta de las cosas. Sí, hay una resistencia palestina a la ocupación. Pero, precisamente, si no hubiera ocupación, no habría resistencia; ni habría allí tampoco miedo ni inseguridad. He aquí lo que constatamos, y, visto esto, llamamos a los israelíes a liberarse poniendo fin a la ocupación. Verán entonces un mundo nuevo en el que no hay miedo ni amenazas sino seguridad, justicia y paz.

1.5 La respuesta palestina frente a esta realidad fue diversa. Algunos han elegido la vía de las negociaciones: fue la posición oficial de la Autoridad Palestina. Pero eso no ha hecho avanzar el Proceso de Paz. Otros partidos políticos han seguido el camino de la resistencia armada. Israel ha utilizado eso como un pretexto para acusar a los palestinos de ser terroristas y ha podido alterar la verdadera naturaleza del conflicto, presentándolo como una guerra israelí contra el terrorismo y no como una ocupación israelí al que hace frente una resistencia palestina legítima en vistas de ponerle fin.

1.5.1 El conflicto entre los mismos palestinos así como la separación de Gaza de lo demás de los Territorios Palestinos no ha hecho más que agravar la tragedia. También convendría notar que a pesar del hecho de que la división haya estado entre los mismos palestinos, la comunidad internacional tiene allí una responsabilidad primordial habiendo rechazado de tratar positivamente con la voluntad del pueblo palestino expresada democráticamente por los resultados de las elecciones realizadas democrática y legalmente en el 2006.

Una vez más, proclamamos que nuestra palabra cristiana, en el seno a toda esta tragedia, es una palabra de fe, de esperanza y de amor.

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