Dar teléfonos a prisioneros palestinos en cárceles israelíes

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* Basel Ghattas, diputado palestino en el parlamento israelí (miembro del Knesset), que participó en la misión Gaza Puerto Abierto de la Flotilla de la Libertad en 2015, está bajo arresto por la policía israelí, después de retirarle su inmunidad parlamentaria, acusado de haber introducido teléfonos móviles a prisioneros palestinos en una cárcel israelí.

Carta abierta de la Coalición de la Flotilla de la Libertad

Israel considera que el bloqueo de Gaza es necesario, legal y justificado. ¿Pero esto hace que lo sea? La Coalición de la Flotilla de la Libertad (FFC en sus siglas en inglés), entre otros muchos grupos e individuos de todo el mundo, consideramos este bloqueo como un instrumento de opresión y un castigo colectivo a la población civil, que en ningún modo se puede justificar.

Con frecuencia se describe a Israel como una democracia en la prensa occidental pero es, como mucho, una muy defectuosa. Se trata de un sistema que aunque garantiza el derecho al voto a sus ciudadanos no protege los derechos de las minorías y tiene en vigor un número de leyes y prácticas tipo Apartheid. Y lo que es más, Israel de facto controla, gobierna y decide por otra población de los territorios palestinos ocupados (como viene haciéndolo durante las dos últimas generaciones) aproximadamente de un número igual al de su propia población, que carecen de voz propia.

Los palestinos encarcelados en Israel, muchos de los cuales están bajo detención administrativa y nunca han sido juzgados, son los que se llevan la peor parte. Se les niegan incluso más derechos con todas las restricciones a la libertad de movimientos incluyendo las fronteras y los puntos de control, por lo que raramente pueden ser visitados por sus familias. Y por si fuera poco se les prohíbe hablar por teléfono con sus seres queridos. Otro castigo hipócritamente justificado por razones de seguridad.

Hace ya algunos años que la FFC lleva a cabo actividades de desobediencia civil, oponiéndose al bloqueo de Gaza por medios no violentos. Dejando al margen la forma en que Israel interpreta nuestra acciones, nosotros continuaremos nuestro trabajo porque el bloqueo es injusto, inhumano e ilegal. Hay veces en que la única salida ante normativas injustas es la oposición no violenta, sobre todo cuando nos enfrentamos a un sistema no democrático y fascista.

A los presos palestinos en cárceles israelíes, muchos de los cuales para empezar no debieran estar siquiera encarcelados, les asiste el derecho básico de comunicación con sus seres queridos. Si el sistema no lo permite, el único camino que queda es la desobediencia.