Yo sobreviví a la violencia de Gaza de la que Benny Gantz se enorgullece

“Como palestino expulsado de Jaffa a Gaza, como alguien cuya familia y amigos han estado sufriendo la fuerza bruta de Israel, como todos los palestinos, se que cuanta más violencia ejerza Israel, más destruirá la legitimidad que busca”.

*Por Hanine Hassan

La libertad se gana con dificultad, pero no debiera de ser nunca a cambio de la eliminación o la devastación. Debería asumirse que estas palabras son lógicas – pero no para el Estado de Israel.

La libertad que los colonos judíos europeos buscaban en Palestina a través del movimiento sionista se obtuvo a expensas de vidas palestinas. Mientras los sionistas reivindicaban la propiedad del territorio recién adquirido, los palestinos continuaron siendo el objetivo de su opresión, y como todos los colonos, ellos temían desde el principio que tendrían que pagar caro todo aquello de lo que se apropiaron por la fuerza.

Como la antropóloga americana Ann Stoler ha señalado en gran parte de su trabajo, en la base de cualquier orden colonial existe una ansiedad crónica resultante. Esta es la razón por la cual los colonos continuamente atacan y destruyen a los nativos con carácter preventivo: para aplacar su paranoia, y para dotarse de un sentimiento de seguridad con respecto a aquellos a los que temen. El Estado enmascara su ansiedad dando una imagen de resistencia, escribe Stoler, estableciendo políticas y creando narrativas que luego usa para gobernar y coaccionar.

Benny Gantz, un antiguo jefe del ejército que competirá para el puesto de Primer Ministro en las próximas elecciones de Israel, personifica el legado de sus antepasados colonos. Pasó toda su vida adulta como soldado en el ejército israelí de ocupación y contribuyó a la matanza de población nativa tanto en Palestina como en Líbano. Gantz dirigió muchas de esas matanzas desde puestos de responsabilidad.

El Tribunal Penal Internacional está examinando potenciales crímenes de guerra cometidos bajo las órdenes de Gantz en la Franja de Gaza durante los ataques de Israel en 2014. Uno de los peores se hizo con su consentimiento: él activó el Protocolo Hannibal de prevención de secuestros de soldados israelíes, y ordenó castigo indiscriminado a latigazos en barriadas enteras de Rafah el 1 de agosto de 2014. Reactores, drones y helicópteros israelíes, y más tarde fuerzas de tierra bombardearon la zona con artillería y misiles – incluyendo varias bombas de una tonelada. El número de bajas civiles palestinas sobrepasó los 135 solo en este incidente. Bajo sus órdenes se bombardeó el Hospital Abu Youssef al Najjar, obligando a huir a montones de pacientes en sus batas hospitalarias como única vestimenta.

Adicionalmente, el ciudadano palestino-holandés Ismail Ziada ha interpuesto una querella en un tribunal civil de La Haya por el asesinato de su madre Muftia Ziada, de setenta años, sus tres hermanos, su cuñada, y su sobrino de 12 años en el bombardeo de su casa familiar en el campo de refugiados Al-Bureij, Franja de Gaza, en 2014. 

La campaña electoral de Gantz, por lo tanto, ha girado principalmente en torno a esta inmoralidad. Como si la matanza de cientos de personas inocentes no fuera suficiente, Gantz sintió la necesidad de alardear acerca de ellos como si fueran pruebas valiosas, para reprimir la falta de legitimidad inherente a la identidad y sistema político de carácter racista de Israel. En una serie de videos mórbidos y violentos de sus “trofeos” militares, uno de los cuales es una grabación de las barriadas de Gaza aniquiladas bajo las órdenes de Gantz en la matanza israelí de 2014, él se jacta de que “algunas partes de Gaza fueron devueltas a la Edad de Piedra”, y de que él mató “a 1.364 terroristas”. Según B’Tselem, el ejército israelí mató a 2.202 palestinos en el asalto a Gaza de 2014, incluyendo 1.391 civiles de los cuales 547 eran niños.

Irónicamente, Gantz habló hace unos meses en contra de los políticos que utilizaban los ataques militares en su propio beneficio. Y, como cualquier colono que se considera a sí mismo de pleno derecho, la grabación utilizada para su campaña se robó supuestamente de Media Town, una compañía de producción cinematográfica palestina.

El hecho de hacer alarde de las matanzas y robos a palestinos durante la época de elecciones en Israel se está haciendo repetitivo. Gantz no es el primero que usa las matanzas de población palestina para atraer a los votantes, ni tampoco sería el primer general con las manos manchadas de sangre que dirija el país en caso de ganar. La competencia entre candidatos israelíes, cada uno intentando conseguir el premio de ser el más “halcón”, ya no gira en torno a la masacre de palestinos, sino acerca de cómo de letal es la escala en que esto se lleva a cabo. La mayoría de las prácticas violentas de Israel ya se han aplicado en el cuerpo de la nación palestina; hoy, lo que importa a los votantes israelíes es la escala de esta brutalidad. Todos los partidos sionistas del espectro político de Israel comparten este punto de vista, y el nuevo Partido de la Resistencia de Israel de Gantz esta posicionado en el centro.

Aunque los partidos políticos israelíes presenten programas diferentes en economía, vivienda, bienestar, salud y educación, el asumir que estos debates son meramente domésticos es un espejismo. Ninguno de estos programas se puede llevar a cabo sin antes desposeer a los palestinos de un modo directo y en todas las formas y facetas posibles.

Fuente: https://972mag.com/palestinians-gaza-violence-gantz-campaign/140002/